“Manual de las citas perdidas” de Gabriela Kobar: crónica de un desamor anunciado

En estos tiempos de redes sociales, vínculos líquidos, y promesas que se evaporan en un suspiro, Manual de las citas perdidas se convierte en una especie de brújula emocional para las que han transitado relaciones con hombres nada convenientes.
El libro se adentra sin filtros en las profundidades del mundo sentimental con una voz lúcida, crítica y cargada de humor y sensibilidad.
A través de veinticinco capítulos breves y realistas, se diseccionan -sin pecar con la caricatura- los comportamientos de varios personajes masculinos tan reconocibles como incómodos: el Peter Pan, un eterno adolescente, el ermitaño, que arrastra hacia la soledad compartida, o el correcaminos, con prisas desmedidas hacia el compromiso.
Todos ellos forman parte de un ecosistema tóxico en el que muchas mujeres han vivido sin saber ponerle un nombre.
Aunque este manual no se trata de una denuncia, más bien, un acto de reconocimiento.
Se invita a la lectora a mirar hacia adentro, e identificar las señales de alarma- esas denominadas “red flags” que tantas veces ignoramos- y sobre todo a reconstruirse desde el amor propio. Es una apuesta clara por la inteligencia emocional y el sentido del humor como arma de supervivencia.
Narrado en primera persona, con estilo directo y una honestidad que desarma, hay diálogos punzantes, momentos de ternura y también de rabia contenida.
Es un libro sobre la dignidad, sobre mujeres que se caen y se levantan, se sacuden el polvo emocional, y siguen adelante con la frente bien alta. Pretende atajar el momento en que una mujer deja de preguntarse “¿qué hice mal?” para empezar a decir “¿por qué me quedé tanto?”.
Habla del amor y del desamor desde un lugar real, sin edulcorantes, de forma aguda y valiente, transformando la herida en palabra y las experiencias en herramientas.
Quizás, su único fin sea enseñarnos a no perdernos a nosotras mismas en el intento.
Es un espejo en el que muchas lectoras ya se han atrevido a mirarse.
(c) Gabriela Kobar, texto; Portada de libro e imagen de cabecera, Editorial Loto Azul