La dama de Anboto
Leer y viajar son dos verbos que se dan la mano durante el trayecto que supone sumergirnos en un libro. En el caso de esta novela, este viaje nos lleva a dos lugares con los que me siento personalmente muy identificada: Euskadi y Galicia. La primera, mi tierra natal, donde he crecido, donde vivo con mi familia y donde, a día de hoy, deseo estar y seguir creando mi vida. La segunda, mi tierra materna, la que me ha cuidado, la que me ha visto crecer verano tras verano y donde siento esa paz y ese bienestar que solo te ofrece un verdadero hogar.
Galicia y Euskadi comparten mucho más que un hermoso paisaje y un clima que podríamos definir como áspero. Nuestras tradiciones, nuestras culturas y nuestras realidades nos han convertido en tierras hermanas, igual que les sucede a las dos protagonistas de La dama de Anboto, la novela de Roberto Cagiao de la que voy a conseguir que os enamoréis si seguís leyendo este artículo.
Roberto sueña por las noches mientras duerme y sueña durante el día mientras escribe. El 11 de junio nos reencontramos en la librería Caso 45 de Vitoria-Gasteiz, el lugar donde nos conocimos hace aproximadamente un año en la presentación de Entroido, su anterior novela. Me cae genial y me gusta mucho cómo escribe, así que me considero su amiga y su admiradora a partes iguales.

Mari es nuestra Madre Tierra y la dama de Anboto, el monte donde reside. En su cueva ocurre lo que va a ser el nudo principal de esta historia: en la misma fecha (solsticio de verano) y en el mismo lugar, pero con bastantes años de diferencia, una de nuestras hermanas aparece muerta y la otra desaparece. Ellas, a quienes les une un vínculo mucho más fuerte que la sangre, y las investigaciones que persiguen descubrir la conexión entre estos sucesos y nuestra diosa Mari nos van a hacer vibrar. Las leyendas son fuente inagotable de nuestras culturas: los libros, fuente inagotable de entretenimiento, emoción y placer. Brujas, sorginak y meigas no están detrás de los asesinatos, misterios y secretos de familia que nos presenta Roberto en forma de letras. ¿O tal vez sí? En galego o en castellano, la respuesta la tienes en La dama de Anboto.

¿A qué esperas para comprarla? ¡Corre, que vuelan!
Gracias a Roberto y a Silvia, de Caso 45, por una tarde genial.
(c) Vanesa de la Puente, texto y fotografías