Bitácora de un marinero sumergido en la fantasía. Último capítulo
Día 5. Tonalidad
Último día de mi viaje. La noche eterna ha conseguido inundar mi fantasía. Ya quedan pocos barcos en el puerto; la vida sigue su camino sin mirar a otras. El mar tiene muchos colores, suficientes para llenar bibliotecas de letras. Yo, ahora, me siento un pobre peón en un tablero de fantasía. Pero antes de este destino, me he detenido, nostálgico, a escuchar las canciones de Los Secretos, y he aprendido que la tonalidad también es importante a la hora de crear.
Hoy bucearemos por las fosas del arte que nadie conoce, para descubrir de dónde proviene el sentimiento, las canciones y la vida interior. Por la tarde he pisado tierra por última vez este año. Me he acercado a la Facultad de Letras de la UPV/EHU en Vitoria-Gasteiz para asistir a la mesa redonda “Creatividad, fantasía y música”, con Los Secretos. Entonces he comprendido que la música es una de las mayores fantasías que conviven entre los mortales. Si analizamos desde una mirada realista lo que pueden aportar las canciones al universo de la fantasía, veremos que superan nuestras expectativas.
¿Quién decide? Con una melodía podemos imaginar mundos que colisionan hasta convertirse en conversaciones entre nuestras criaturas ancestrales. ¿Cuál es el misterio de la música? ¿Dónde termina y dónde comienza? Toda persona sensible ama la música. Pero… ¿qué contamos con una canción? ¿Quién nos ayuda a componer? ¿Sabemos utilizar nuestra vigilia?
Existe una unión invisible —o quizás muy visible— que enlaza la fantasía con la música. La gente debería recorrer ese sendero para comprender mejor el arte y la existencia. El tiempo pasa y nuestra meta está marcada al nacer: el planeta tiene un solo destino, incorporar el arte a nuestras vidas. Y ahí es donde entra la fantasía, como un tronco robusto que nunca se rompe, porque ha soportado todas las inclemencias del destino.
Llega el momento de marcharme, de abandonar esta III Semana de lo Fantástico en las Artes, Tartalo.
Pero no es un adiós definitivo, porque el año que viene volveré a ser marinero de la fantasía. Mientras tanto, déjame zarpar. Déjame con la mar. Déjame con la fantasía que he imaginado estos días.
¡Gracias, Tartalo, por dejarme ser marinero!
Viernes 7 de noviembre, 17 horas, mesa redonda “Creatividad, fantasía y música” con Los Secretos, Aula Magna de la Facultad de Letras de la Universidad del País Vasco (UPV-EHU)
(c) Jorge Girbau Bustos, texto y foto de portada; LuisÁn Ortiz, grabación, edición y montaje de vídeo
Encuentro literario KRELIA

El encuentro literario organizado por KRELIA (Creadores Literarios de Álava) se produjo el jueves a la tarde en el Aula Magna de la Facultad de Letras. Un inspirador coloquio sobre literatura fantástica en la que participaron seis autores: Belén Fernández, Borja Sánchez Celiz, Patxi Redondo, Rafael Moriel, Raquel Valencia y Diana Gutiérrez Fernández. La tertulia fue moderada por Jesús Camarero.
El encuentro comenzó con una introducción sobre la importancia de la fantasía. La literatura fantástica sirve para explicar todo aquello que no podemos y es necesaria para entender la realidad, pero también para conocer la verdad a través de un mundo que no está ahí.
A continuación, cada uno de los asistentes realizó una breve presentación de su obra y género en el que se enmarca su producción. Y es que la fantasía engloba muchos géneros y no es lo mismo una historia de ciencia ficción que una de fantasía urbana.
Borja Sánchez Celiz y Diana Gutiérrez Fernández son los autores (un matrimonio en el que él guioniza la historia y ella le da forma para que tenga coherencia) de la novela Chillidos en la oscuridad publicada por Nimbo. Esta historia es una mezcla entre terror y ciencia ficción.
Patxi Redondo es el autor de Odra, una saga de fantasía épica, que su amor por la naturaleza le llevó a escribirla. Está publicada también por Nimbo.
Rafael Moriel es escritor, no solo de fantasía, sino él es escritor. Sin etiquetas. Ha publicado obras de diferentes géneros incluyendo poesía y novela. Su trabajo Aceitunas, sexo y rock and roll es un libro de fantasía muy original con altas dosis de drama.
Raquel Valencia, con seis novelas publicadas, alterna entre la fantasía, el romance y la aventura. Su libro El destino del Orelum es una fantasía distópica orientada a un público juvenil.
Belén Fernández autora de varias novelas de fantasía en las que no faltan criaturas mágicas como las hadas. Su última obra se titula Cuarzo negro y ha sido publicada en Nimbo.
Una vez hechas las presentaciones toca hablar de la fantasía. ¿Cómo la vive un autor que crea mundos imaginarios? La fantasía es un rasgo de su propia personalidad de la que no se pueden desprender y aseguran con orgullo que son unos frikis. De hecho, Rafa confesó que la fantasía le permite solucionar los problemas que hay en el mundo. Él siente que escribir es una liberación y una manera de escapar de la realidad.
Por otro lado, uno de los temas que más se trató fue sobre la creación literaria de estos mundos tan imaginativos. Todos coincidían en que la fantasía tiene que ser creíble y que dentro de ese mundo ficticio tiene que haber una coherencia y una lógica. En general, todos ellos coincidieron en que sus ideas parten de una semilla y, de ahí, surge una idea que va creciendo poco a poco. Curiosamente, a pesar de crear mundos complejos ninguno de ellos es un escritor de mapa (aquel escritor que planifica todos los puntos de la trama), pero sí que la revisión y concreción de la historia les lleva a reescribir varias veces. Incluso confirmaron que una corrección puede llevar más tiempo que la escritura en sí. Uno de los autores, Rafa, utilizó para esto una bella metáfora: una novela es un edificio; cuando tienes la fachada, luego hay que hacer las canalizaciones. No puede crearse un libro sin que haya una cohesión interna.
Estos autores, con esta imaginación desbordante, ¿cómo crean sus mundos ficticios? ¿crean primero unas normas, un mapa, una genealogía o, al contrario, primero surge la trama y a partir de ahí crean el universo? Para mi sorpresa, todos afirmaron que primero crean la trama y después perfilan ese mundo. Eso sí, si ya han creado el universo, ya no se puede modificar. Así que autores como Patxi que han publicado una saga, tienen que seguir las leyes que ellos mismos han creado. Para el proceso de escritura, Borja y Diana revelaron que viven una auténtica montaña rusa de emociones y que se meten tanto en su propia historia que para ellos es como convivir con sus personajes.
Sobre el estilo, coincidieron en que es importante buscar su propia voz y, aunque al principio siempre se copia a los autores que se admira, hay que ir perfilando un estilo reconocible.
En el turno de preguntas, una servidora se animó a participar y les habló del romantasy, un género ahora muy de moda que vende mucho. La mayoría no lo conocían, pero Diana había leído varias novelas de esta temática. A ella le gustaría meter una trama de estas características para una futura novela, pero su marido se niega tajantemente. Ya veremos en el futuro, si alguna vez Borja decide dar su brazo a torcer.
El encuentro finalizó con una reflexión de Jesús Camarero. ¿Cómo se hace una obra maestra? Desde luego, nadie puede dar una respuesta a esta pregunta. Todos los autores queremos hacer una, pero es una proeza que pocos logran. Lo que sí que está claro es que ninguno de los best seller actuales dejarán constancia en la historia de la literatura. Pero, quizá, algunos de los autores de KRELIA, sí.
(c) Leire Ibáñez de Gauna, texto y fotografía
