sábado, octubre 25, 2025
Ecología

¿Es nuestra Vitoria-Gasteiz tan verde?

Como es bien sabido, nuestra querida Vitoria-Gasteiz, y debido a su compromiso con el medio ambiente, ganó el Premio Global Green City de la ONU en 2019. Posteriormente, en 2012, ganó el galardón Green Capital Europea. Y, en 2016, recibió la Certificación Biosphere Responsible Tourism y premios nacionales e internacionales, como destino turístico sostenible y el desarrollo del Anillo Verde.

Para merecer tales galardones, Vitoria-Gasteiz ha trabajado por reducir cualquier impacto negativo sobre el entorno natural y sociocultural. Su interés y motivación principal ha sido ofrecer, tanto a sus ciudadanos, como a aquellos que nos visitan, un entorno natural cuidado, una sensibilización particular con el cuidado de la naturaleza y sus especies, y también el mantenimiento de su cultura tradicional en aquellas zonas naturales.

De hecho, se ofrecen visitas guiadas y actividades centradas en la naturaleza. No sólo en la ciudad, sino en toda Álava (parque natural de Valderejo, parque natural del Gorbeia, parque natural de Izki, Salinas de Añana, el salto del Nervión, el embalse de Ullibarri Gamboa, Sobrón). En definitiva, somos un lugar con paisajes maravillosos, rutas para senderismo, deportes de aventura y alta biodiversidad, además de agroturismos y casas rurales.

Pero ¿qué está pasando, más allá de los galardones y el renombre? 

Este año se realizó un estudio de la calidad de los suelos de los parques y los jardines que tenemos. Nuestros árboles están perdiendo su esplendor. Pierden las hojas, crecen con debilidad o mueren de forma irremediable por la infertilidad de los suelos. El detrimento en su calidad y el efecto de los cálidos veranos de los últimos años impide que la tierra respire y se alimente o hidrate de forma correcta.

El plan previsto para los próximos años tratará de descomprimir el terreno, aportar materia orgánica para mejorar la calidad del suelo, nutrirlo, y cultivar especies que ellas mismas airean y descomprimen el terreno.

Por si fuera poco, la huelga de jardineros ha acrecentado los males ya existentes. A nadie se le olvida lo que hemos sentido al pasar por la ciudad y observar cómo nuestros jardines se han convertido en una selva urbana, donde garrapatas, mosquitos y roedores, han acabado encontrando su hábitat predilecto.

No sólo ha sido un crimen para la vista o la biodiversidad. Ese desorden y descuido ha hecho proliferar parásitos y mosquitos. Incluso los perros que caminan por los jardines se han visto afectados por insectos y suciedad acumulada en los suelos ocasionándoles heridas.

No voy a adentrarme en los porqués de dicha huelga que ya llegó a su fin, cualquier trabajador tiene que luchar por sus derechos. Sin embargo, si queremos evitar no sólo no perder nuestro sello distintivo como ciudad verde, sino dignificar esa posición y seguir sintiéndonos orgullosos de ser la ciudad con más zona verde del país, para nuestro disfrute y el de quien nos quiera visitar, tendremos que atajar cualquier inconveniencia con previsión. Cuidar nuestro patrimonio. No sólo por una medalla. No sólo por un distintivo. Porque cuidar nuestra ciudad es cuidar nuestra vida en ella.

Al fin y al cabo, hasta un palacio, por muy majestuoso que fuera un día, si se descuida, acaba siendo sólo una mole abandonada de materia y escombros.

(c) Luna Henxe, texto; Roberto Parrilla López, imágenes

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