“La técnica ayuda, pero lo que tiene que salir a flote es la persona”, Gert Voor IntHolt

Recientemente, se realizó en Zas Kultur una serie de talleres para conocer el proceso creativo de los artistas, entre quienes destacó Gert Voor IntHolt, con su registro y fotografía del objeto artístico.

¿Cómo comenzaste en el mundo de la fotografía? ¿Y cuándo algo que era una pasión para ti, se convirtió en una carrera profesional?

Empecé a estudiar derecho en Ámsterdam, en los años 80. Mientras, me di cuenta que no me interesaba demasiado estudiar derecho, y comencé a hacer cursos de fotografía. Hasta que con el paso del tiempo dedicaba más tiempo a la fotografía, que al derecho. Fue ahí cuando me incliné hacia la fotografía y me di cuenta de que podía ser una profesión y no sólo una pasión. Fui trabajando y estudiando, por ejemplo, en la Escuela técnica en Holanda, después en Madrid. Allí estuve trabajando con un fotógrafo publicitario como ayudante, para aprender. Y he continuado aprendiendo.

Un fotógrafo holandés que elige residir en Vitoria, ¿por qué?

Mi mujer es de Vitoria. Nos conocimos en Madrid donde coincidimos un tiempo, y después aquí. Como mi trabajo me permitía moverme más, optamos por quedarnos en Vitoria.

Si te paras a analizar tus inicios hasta tus proyectos más recientes, ¿cómo describirías esa evolución en ti?

Me dedico principalmente a trabajos comerciales, trabajos por encargo, y a parte hago mis propios proyectos. De los trabajos por encargo intento mantener el estudio y vivir, y con los proyectos propios trato de investigar, expongo también, y he podido vender algunas obras. Por lo que en mi evolución siempre ha ido una cosa de la mano de la otra. En los trabajos personales, me he dado cuenta de que lo que he hecho es trabajar sobre paisajes enfocado desde otros puntos de vista. No tanto buscando un paisaje que fotografiar, si no de simularlo, de crearlo. Paisajes artificiales, con luces, por ejemplo. 

Con mi último trabajo he ido evolucionando desde que abrí el estudio. Aunque he hecho trabajos para empresas industriales, publicidad, también me he dedicado a retratar el patrimonio cultural, para la Diputación o el Ayuntamiento de Vitoria. Arqueología, arte sacro. Incluso la colección de arte del Artium, y del museo de Bellas Artes…

En cambio, en tu faceta más personal, lo que haces es experimentar, ¿cierto?

Básicamente sí. Me interesa el tema de los paisajes creados, pero también el simple hecho de buscar una dificultad, algo que desconozca lo suficiente y quiera investigar en dicho trabajo. Un asunto técnico que se pueda hacer con un tema de la fotografía de paisajes. 

En los proyectos que llevo a cabo siempre hay un tema, un lugar, una maqueta o un aspecto de producción que solucionar; o una iluminación especial que crear y buscar ese lugar donde probarlo. 

Si tuvieras que definir tu estilo, ¿cómo describirías ese algo que te distingue de otros fotógrafos?

Se de antemano lo que quiero hacer, y a posteriori veo lo que estoy haciendo, y creo que lo que hago es distinto a los fotógrafos que van por la calle y encuentran algo. Yo me lo imagino y luego intento crearlo. Es una creación de imágenes.

¿Es más la técnica o la personalidad de la persona que hace las fotografías lo que influye en el resultado final?

La técnica ayuda, pero lo que tiene que salir a flote es la persona. Si la cosa va bien, es más un trabajo personal que técnico. Y prefiero que se piense más en lo que se ve que en la técnica. Algo que de qué pensar, que dé sensaciones. La técnica es la herramienta que tienes que utilizar para llegar a un resultado. Hay que dominarlo, pero considerarlo sólo como una herramienta.

Es indiscutible que ciertos tipos de cámaras y lentes son importantes en el resultado final. Pero ¿hay alguna en particular que consideres indispensable, y que influya en ti para expresarte?, o ¿te basta un móvil para hacer fotografías?

Bueno, cuando he ido a charlas he trabajado con las estenopeicas fotográficas. Unas cajitas de cartón con un obturador con las que se hacen fotos. En estas cajas metes una película, abres la cajita, y expones unos segundos, en función de la película, o el papel que tienes dentro, y obtienes una foto. Tengo varias, y he trabajado con cada una de ellas con una idea concreta de un tipo de foto que quería hacer. Esto es lo más primitivo que hay en fotografía. También he trabajado con cámaras con fuelles y movimiento de los paneles para corregir perspectivas, y ahora trabajo con cámaras grandes digitales, que son muy complejas técnicamente.

Esto nos demuestra, Gert, que la capacidad de hacer buenas fotografías está en quien las hace y no en el aparato que se utilice.

Así es. No soy el único que utiliza este medio, es lo más simple y atractivo porque es algo muy puro, y básico. Los móviles tienen cámaras bastante decentes, pero son para pequeño formato. Tienen una nitidez que van bien para pantallas, pero el problema que tiene la gente en estos tiempos, en general, no está en la cámara si no en elegir bien, en ser autocritico y saber descartar lo que no va con el resultado deseado. De 30 fotografías siempre habrá que descartarse la gran mayoría para dejar 3 buenas.

¿Sigues revelando fotografías?

Antes revelaba muchas, ya no. Aunque me sigue gustando obtener resultados en papel fotográfico, en papel químico.

¿Hay algún momento o proyecto clave que haya definido tu carrera, y la haya marcado o que te haya impactado?

En los años 90 hice bastantes trabajos en la calle en Ámsterdam, y aquí también. Intentando buscar equilibrios, aquello que me interesaba, pero llego un momento que eso no funcionaba ya y decidí empezar a construir las situaciones que quería fotografiar en el estudio, a través de maquetas. 

En mi primer trabajo en esa línea (poner fotos de las que tome de su catálogo), las personas son reales, como un contrapunto, como observadores de la situación de la ciudad. Ese trabajo fue un punto de cambio en mi trayectoria, pasando de la fotografía callejera a estos trabajos más creativos y preparados. Años después seguí progresando en esas preparaciones, creando maquetas y montajes más complejos. Como los tableros perforados. Con una cierta iluminación y humo escenificado, lo que se consigue es un aspecto completamente real de zonas aéreas nocturnas. Algunas personas se han llegado a acordar de mis fotografías creadas, al aterrizar en un lugar. Tengo tableros de Vitoria, de Ámsterdam…Solo el primero de la colección no corresponde a ninguna ciudad real.

¿Y en qué te inspiraste?

Hubo un pintor del siglo XVI que hizo un cuadro de la imagen aérea de Ámsterdam, sorprende que lo hiciera en esa época. Me pareció tan interesante que lo volví a hacer. Es lo que se llamaría un Happy Accident, un amigo me ayuda utilizando bruma de teatro. Lo atractivo del proceso es que, aunque tu intención es crear una circunstancia, no sabes cuál será el resultado final

Un artista tiene también sus preferencias a la hora de trabajar y en lo que quiere plasmar, en tu caso ¿qué pretendes mostrar y que emociones quieres hacer sentir al espectador con tus obras?

Lo que intento sobre todo es aprender más y más sobre la fotografía. Y descubrir qué soy capaz de hacer. Eso provoca que consiga conectar con las personas que miran las fotos. Comentarios como el mencionado ya, sobre lo que les recuerda mis fotografías al ir en avión, me gustan. Porque lo que hago es como controlar situaciones que son muy difíciles de fotografiar en la realidad, y que finalmente se convierten en una obra.

Dejando a un lado tu estilo personal de ver la fotografía, ¿hay algún otro estilo fotográfico con el que te sientas cómodo?

He hecho fotografías para empresas, y estoy dando vueltas el retomar el hacer retratos de nuevo, en base a un viejo trabajo que hice en Ámsterdam. Este se realizó en un cine alternativo donde había mucha gente trabajando, pero que no se conocían todos entre sí, pues no se llegaban a ver. Y propuse retratar a cada uno, y tener así un catálogo de los que estaban allí. Además, quiero escapar del sello de ser un fotógrafo que no retrata personas.

A lo largo de tu trayectoria ha habido algún mentor que haya tenido un impacto significativo en ella?

Diría que no una persona en concreto si no diversas y especialmente amigos de proyectos con los que he trabajado, pero más a nivel de amistad que fotográfico.

A lo largo de esa trayectoria has tenido que vivir anécdotas o experiencias especiales en tus sesiones fotográficas, ¿podrías contarnos alguna que haya quedado fija en tu memoria o que te haya emocionado?

En Madrid estuve trabajando con un fotógrafo que me enseñó todo lo que no hay que hacer, se me ha quedado muy presente. Pero especialmente lo que surge sin esperarlo, por la combinación de actos, del que obtienes un resultado inesperado y auténtico, siendo el resultado mejor de lo que esperabas. Y también esos momentos en los que estas a oscuras, fotografiando un tema en particular, como cuando hice panorámicas nocturnas de Vitoria, en las que estás en medio de la naturaleza, solo, entre la oscuridad del campo y la luz de la ciudad. Te impresiona.

Ha habido algún proyecto que te haya desafiado particularmente? ¿O del que te sientas muy orgulloso?

Si, de trabajos como el de lighscapes un proyecto de mucho trabajo, que tenía muchas probabilidades de salir mal, y hacia difícil controlar los resultados. 

Basándote en tu experiencia, ¿qué recomendarías a esos aspirantes a fotógrafos, ya sean profesionales o aficionados?

Pensar bien lo q quieres hacer y transmitir, ser muy autocrítico, y enseñar lo justo, descartando todas esas imágenes que sobran. Que con una fotografía muestres la esencia de lo que intentas hacer y no acumular. 

Para terminar, Gert, ¿podrías decirnos si tienes algún proyecto a corto o largo plazo que quisieras realizar?, ¿cómo te gustaría que se desarrollase tu trayectoria en los próximos años?

En los próximos años no sé, pero estoy preparando una expo para febrero, y la primera está hecha con un aparato de luz q hemos desarrollado para ir al campo e intentar iluminar determinados espacios. Una idea que comencé antes de la pandemia y ahora quise retomar. Es mi más inminente proyecto.

(c) Aicha Erin El-Khalil Iglesias, entrevista y fotos