«Una sola palabra salva el corazón», de Isabel Martínez Piqueras
¡Buenas tardes Isabel!
Vengo de parte de CulturaBAI y quería pedirte el favor de que me prestes unos minutos para hacerte una breve entrevista y hacerte alguna foto, si no te importa.
Todo ello con el ánimo de darte a conocer a ti y a tu último libro.
¿Cómo has llegado a presentar hoy tu libro aquí en la Casa de la Cultura de Vitoria-Gasteiz?
Gracias a Puri una muy buena amiga que tenemos en común Belén, de la Editorial Nimbo, y yo.
¿Cuándo empezó todo este lio de la escritura?
A los 9 o 10 años.
¿Por qué poesía?
Empecé a escribir poesía en el pueblo de mi abuela, en Montijo, Badajoz.
Subía a la terraza y me encantaba mirar a la luna y las estrellas. La luna me inspiraba.
Tenía dislexia, así que me tenía que esforzar más en leer y escribir y me dio por leer un libro de Pablo Neruda, ese fue el primer poeta que leí.
¿Qué te empujó a escribir?
Comencé a escribir cuentos. Tenía muchas imaginación, fantasía y la plasmaba en ellos. Más tarde me servirían como cuentos para leer a mis propios hijos.
Mi padre dibujaba y yo le imitaba a mi manera.
Utilizaba todo lo que se me ocurría, hasta el lápiz de ojos. Así ilustraba mis cuentos.
Pintaba en las paredes, detrás del cabecero de la cama, donde pillaba, tenía las paredes totalmente decoradas con dibujos y escritos. No les hacía mucha gracia a mis padres, comenta riéndose.
¿También te interesa el mundo de la fotografía y con él ilustras tus libros, no?, ¿tienes algún estudio o alguna formación académica como fotógrafa?
Sí, me interesa el mundo de la fotografía desde que hice la Primera Comunión. Mi tío me regalo una cámara réflex muy buena, y era tan buena que mi padre me la requiso y no me la dejó utilizar.
Pero yo usaba otra que tenía más económica.
¿Te entendían en tu casa cuando escribías, lo apreciaban, te leían?
Solo mi madre me apoyaba, mis hermanos me llamaban friky y loca.
Nos cuenta una anécdota: “Yo tenía 14 años y mi hermana 7. Entonces mi hermana me cogió una de mis poesías y la llevó a un concurso del colegio y ganó. Yo nunca se lo eché en cara, era mi hermana pequeña, nunca le dije nada.”
¿Crees que esta ciudad es privilegiada para el mundo de las letras?
Bueno, yo vengo de Odrisia y he hecho poca vida social en Vitoria. Tengo un amigo al que le gusta la poesía, pero tampoco te puedo decir más.
¿Lo de escribir ha sido algo innato o aprendido?
Nací con ello, dice muy segura.
¿Has pensado alguna vez en dedicarte plenamente a ello?
Me gustaría mucho. Todo lo que tenga que ver con crear: escribir, pintar, dibujar.
¿Trabajas en algo que tenga que ver con el mundo de la escritura o lectura o nada más lejos?
Ahora mismo no estoy trabajando y anteriormente he tenido distintos trabajos, ninguno relacionado con este sector.
A finales del 2018 publicaste otro libro “Pequeño poema del alma” ¿Fue tu primera obra o ha habido más?
Fue la primera obra, con fotos de Vitoria, animales, zonas verdes.
Saqué solo una tirada de 50 libros, alguno los ponía en un banco para que alguien lo cogiese y lo leyese y algún otro se lo daba a mi hijo para que se lo regalase a alguién.
¿Sentiste algún tipo de pudor al publicar tu primer libro como esa sensación de que desnudabas tu alma en público?
No, para nada. Yo sentí una liberación.
De todos modos el primer libro lo tenía apartado, porque me traía malos recuerdos.
Alguien entre el público le pregunta el por qué del título del libro y ella contesta que se titula así porque dentro de él está incluida la palabra “salva” y Salvador le salvó la vida a ella. Y transformó la negatividad en positividad.
Otra persona le pregunta dónde suele escribir o dibujar a lo que ella responde que en la calle, en los jardines y en casa.
Que se siente muy en contacto con la naturaleza y le gusta caminar descalza sobre la hierba aunque esté lloviendo.
¿Algún próximo proyecto que estés pensando realizar?
Sí, me gustaría hacer cuentos para niños pequeños de 4 a 6 años, con ilustraciones y teniendo en cuenta que ellos den lugar a una interacción entre ellos y los padres.
Luego comentamos entre las que estamos en la sala que hoy en día ha ganado mucho terreno el móvil y la tablet y que no se puede perder lo bonito de leer cuentos a los niños. O de que tú imagines una parte y él otra. Cocrear.
Muchas gracias Isabel por el tiempo que has compartido conmigo.
Gracias también de parte de CulturaBAI. Te deseo muchos éxitos y muchas más poesías provenientes de tu inspiración.
Ha sido un verdadero placer.
(c) Raquel Castro Zapatero, entrevista y fotos