El arte del trabajo convencional

¿ilustración considerado un arte menor? NO, en ningún caso.
Alguna vez escuché semejante barbaridad y, como persona dedicada a tal oficio, diré que lejos de ser un arte menor, la ilustración nos permite acercarnos a lugares llenos de color, parajes oníricos, bodegones de flores, retratos personalizados, o lugares abstractos que nos permiten dejar volar nuestra imaginación.
La ilustración nos permite poner cara a personajes de libros infantiles, dar color a portadas, diseñar paredes o simplemente disfrutar del placer de dibujar como pasatiempo para dar color a nuestros cuadernos de dibujo.
Ahora bien… ¿cuántos ilustradores quedamos que, lejos de utilizar una tableta, disfrutamos del placer de trabajar con lápiz y papel? Haberlos los habrá, pero yo que llevo en materia muchos, muchos años, cada vez somos menos.
Ya, “pero es que la era digital ha llegado” y estamos de acuerdo, pero el placer por trabajar a mano jamás podrá ser sustituido por una tableta y muchísimo menos por una inteligencia artificial. Así que, permitidme que, cuando escuche eso de arte menor, salten todas mis alarmas.
Si llegaste hasta aquí, interpreto que te gusta leer artículos de arte. Gracias por acceder a mi perfil, donde podrás encontrar otros textos y entrevistas cuyo máximo propósito es dar a conocer a artistas locales de mi ciudad, además de compartir mi punto de vista en diversos temas relacionados con el mundo del arte.
Me encantaría compartir contigo el proceso de elaboración de una ilustración desde el punto de vista técnico, desde su inicio hasta el final. ¿Me acompañas?
1- Lluvia de ideas
Cuando hablamos del arte de la ilustración por el mero placer de dibujar, ¿qué nos inspira? ¿qué nos viene a la cabeza? He aquí el momento de la inspiración, que, como Picasso comentaba, existe, pero ha de pillarte trabajando. Así es: cuando quieres que una idea brille y cobre protagonismo, siempre es mejor que te pille lápiz en mano y no viendo Netflix.
En cuanto al tema, todo vale: todo lo que responda a tu estilo y tus ganas de crear. Una buena forma de alimentar esa esponja de ideas es leyendo novelas gráficas, enredando por internet, visitando los portafolios de otros ilustradores o simplemente viendo algún objeto que llame nuestra atención a pie de calle y queramos transformarlo dándole otro toque con el lápiz.
Idea: Si tu foto mental se ha desvanecido, no dudes en inmortalizar este momento con una foto o un pantallazo en tu móvil.
2- El boceto
Idea en mente, el siguiente paso es volcarla en un papel. Personalmente puede ser un trazo al azar, un esbozo rápido de la idea, pero siempre respetando el tema de las…
3- Proporciones
Y es por esto por lo que siempre se me dio tan mal copiar un dibujo o una foto ya hecha previamente. Sí, se puede usar una guía a través de una cuadrícula o un calco. Porque sí: hasta para calcar hay que ser un buen artista.
Jamás quitemos valor al arte del calco, calcar tiene su mérito y hasta en la escuela de arte nos enseñaron a calcar como otra técnica u opción alternativa.
4- Los materiales
La tableta gráfica para los que trabajen en digital y los lápices de colores para los que seguimos trabajando en modo manual.
La técnica se centra en la manera de trabajar del artista. Primero utilizo un lápiz básico para delimitar el dibujo y hacer la línea principal. Una vez que el dibujo está proporcionado y tiene armonía, pasamos a la línea a través de rotring y rotulador, y por último, el color.
Para esta parte utilizo varios materiales como acuarelas, pero sobre todo lápices de colores y rotuladores con punta de pincel para fondos y dar mayor profundidad a colores más vivos y saturados.
La joven de la perla sonríe.
Y sonríe porque ha encontrado un lugar en este artículo.
Considerada La Mona Lisa del Norte, esta enigmática y famosísima obra del pintor barroco Johannes Vermeer está llena de matices y lecturas. El contraste entre el fondo negro de la obra y el color de la figura da una sensación de profundidad increíble, mientras que la mirada de la joven conecta directamente con el espectador.
Para estas dos ilustraciones, los materiales que utilicé fueron lápices de colores, rotuladores, rotring y un breve retoque digital para dar mayor calidad al ajustar los niveles de color.
A Griet, que es como se llama nuestra joven, le encantaría tener en CulturaBAI una descripción más detallada de cómo elaboramos esta obra y en qué me basé a la hora de hacerla. ¿Te gustaría que elaboráramos un artículo más detallado sobre esta icónica figura de la historia de la pintura?
Te leo en comentarios.
(c) Raquel Aguilar Díaz, texto e imágenes