In situ, Beginthebegin
Dorleta Sáenz de Olazagoitia y Rubén Soto Beovide nos recibieron en su atelier, ubicado en la calle Correría 32, en el corazón de la almendra gasteiztarra. Recuperan prendas vintage de lujo, auténticas joyas seleccionadas por Dorleta, con las que Rubén crea piezas únicas, inspiradas por la bande dessinée y en nuestros héroes de la ilustración de la infancia, además de por películas y canciones de culto.
Recojamos una cita de Helena Bohan Carter, que resume la esencia de este proyecto: “Creo que todo en la vida es arte. Qué haces. Cómo te vistes. La forma en la que amas a alguien. Cómo hablas. Tu sonrisa y tu personalidad. En lo que crees y todos tus sueños. La forma en la que bebes tu té. Cómo decoras tu casa. O tu fiesta. Tu lista de compras. La comida que haces. Cómo se ve tu escritura. Y la forma en que te sientes. La vida es arte”.
El logo de la marca te transporta a la música de Cole Porter, versionada por los grandes del jazz, como Ella Fitzgerald y está en perfecta sincronía con el espacio escogido para la creación, que no es otro sino el antiguo estudio del vitoriano Jesús Apellániz, contemporáneo del músico estadounidense.
Dorleta, con un sólido currículum en el mundo de la moda, selecciona exhaustivamente las prendas, en una búsqueda minuciosa de exclusividad. Una vez llegadas al atelier, esperarán el momento de ser customizadas por Rubén, una ocasión que puede ser inmediata o reposar durante semanas, a la espera del motivo perfecto.
Cada pieza es una joya, no sólo por la calidad de las telas o los diseños exclusivos, de dioses de la moda como Yves Saint Laurent, Gucci o Prada, por el corte perfecto y perfectamente ejecutadas, sino por la historia de la prenda en sí. Es un reto y el resultado es una explosión de color bajo trazos perfectos y cuidados, un homenaje a un ayer rescatado para nuestro tiempo. Hacerse con una prenda de Begin the begin es atesorarse de una obra de arte.
Personalidades nacionales e internacionales, del ámbito de la moda y la música , y del mundo de la televisión, recurren a esta marca, como podemos ver en sus redes sociales. Sus creaciones desfilan por pasarelas, entregas de premios y protagonizan videoclips.
El estudio en sí ya es una maravilla arquitectónica, que rezuma talento mires donde mires. Sembrado de las letras de Sabina, mezcladas con bocetos, con esculturas de Juan José Egizabal, el espacio es maestría en estado puro. Las fotografías, por un lado, te transportan a Gramercy Park, en una de las estancias de Rubén en Manhattan, que forjaron su trayectoria y espíritu rompedor. Al otro lado de su mesa de trabajo (una mesa de billar con funciones multidisciplinares), un retrato de Rubén, trabajando con una prenda icónica, una gabardina de Herno, que reza la humildad transmitida por su padre en su dorso, “no one is more than anyone”. Esta imagen nos transporta en ese viaje en el tiempo del que hablábamos al principio, a esos días en los que Jesús Apellániz hizo lo propio entre esas paredes, iluminar la vida a través del color.
Begin the Begin es una vorágine de creatividad. Pasen y permítanse enamorarse.
(c) Beatriz Rey, texto; Luis Ángel Ortiz de Elguea Alonso, vídeo