jueves, septiembre 19, 2024
Humanidades

Presentación poemario: «Desde dentro» de Noe Da Costa

La Casa de la Cultura Ignacio Aldecoa acogió la presentación del segundo poemario de Noe Da Costa (el primero fue Noe&Titxu, “La ilusión de ser grandes”, en 2015) “Desde dentro”, publicado por Arte Activo Ediciones. Las fotografías que lo ilustran son de Marta Ibisate.

Efectivamente, Noe tiene la ilusión de ser grande, sin asumir que ya lo es. Y, siempre Desde Dentro, comienza hablando de rechazo, el que ha sufrido desde niña por parte de un entorno que se dice diverso e inclusivo. Noe ha transformado ese rechazo en fuerza y ha hecho de los obstáculos, retos. Donde otros quieren imponer límites, ella afronta desafíos. 

“Nunca podrá escribir”, sentenciaron. Las resoluciones médicas, la falta de apoyo institucional, el acoso escolar y las miradas incómodas de los realmente incapacitados, de quienes se limitan a no hacer nada, no la han amedrantado nunca. Ha respondido a la exclusión con una titulación en Trabajo Social y dos publicaciones. Los miedos ajenos son su impulso.

Noe ha retado un manual de instrucciones caduco, reescribiendo sus propias reglas, abriéndose camino por si misma. Ha desdeñado la necedad de los ojos ciegos que apartan la mirada, incómodos, que le deniegan un apoyo que es imperativo. Es ahí donde radica la verdadera discapacidad, en la falta de voluntad de los ojos que no ven más allá de lo normativo.

El poemario de Noe se abre desde la tristeza, desde la niña que siente su cuerpo como una prisión que duele, que no va acorde con las ganas de vivir que lo empujan desde dentro. Reclama el lugar que le pertenece, una independencia que sabe posible, una mirada limpia y consciente; sencillamente, que se le deje ser. 

Se aferra a sus raíces y lo hace con una gratitud infinita, consciente de que alimentan su fuerza y hacen posible su vuelo. Desde dentro termina con una promesa, seguir dando voz a quienes nunca debieron ser apartados. 

La fotografía de Marta Ibisate ilustra la lucha de lo cotidiano, el dolor transformado en belleza, en miradas, en sonrisas que traspasan la cámara, en luz y en manos unidas. Manos cómplices que sí han sabido comprender el camino de esta escritora en ciernes, que ha roto las reglas y abierto paso para allanar los recorridos de otros. No le pierdan la pista.

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