¿Te apetece sentir la arquitectura conmigo?
Soy Vanesa de la Puente Blanco, escritora vitoriana y amante de todo aquello que hace que se me erice la piel, bien sea un abrazo, una canción, un poema, una novela, o un edificio, ¿por qué no?
«Cosas». Definimos con esta palabra los objetos inanimados que nos rodean, cuando infinidad de veces son estos objetos sin vida los detonantes de sentimientos indescriptibles, haciéndonos sentir vivos, simplemente por el hecho de que detrás de la «cosa» siempre hay un «alma»: la de la persona o personas que idean, producen, crean…
En CulturaBai voy a centrarme en la arquitectura como elemento provocador de emociones, porque Vitoria-Gasteiz es una ciudad cuya riqueza arquitectónica pasa desapercibida para muchos ojos, pero no para las miradas de quienes se dejan seducir por lo que las estructuras nos cuentan.
Quiero recorrer con vosotros rincones hermosos de nuestra ciudad y experimentar lo que nos provocan, no sin antes confesar cuál es la construcción que me enamoró de la Arquitectura hasta lo más profundo de mi ser: la cúpula de Santa María de las Flores, o cúpula de Brunelleschi, también conocida como cúpula del Duomo de Florencia… ¿La conocéis?
No pretendo hacer una artículo repleto de tecnicidades, porque esos datos podéis encontrarlos con facilidad en cualquier libro o en la red. Lo que quiero es trasladar lo que sentí cuando, paso tras paso, caminé por esa plaza de Florencia mirando hacia arriba, sin poder dejar de admirar la belleza de una edificación rojiza, abrazada por ocho nervios de piedra blancos, encumbrando un edificio de mármol blanco, rojo y verde, todo ello muy acorde con los colores de la bandera italiana. Si cierro los ojos, aún noto cómo me temblaba el cuerpo mientras unas lágrimas descendían por mis mejillas, haciéndome sentir pequeña e indefensa, e inexplicablemente a la vez protegida, ante la inmensidad de la «cosa» más bella que mis pupilas han visto jamás.
Dicen que Filippo Brunelleschi se inspiró en la arquitectura clásica para construir una edificación tan innovadora, demostrando al mundo entero que, a veces, hay que mirar hacia atrás para caminar hacia adelante.
¿Te apetece sentir la arquitectura conmigo?
