martes, diciembre 16, 2025
Tras la huella vasca

El Olentzero más allá del País Vasco

Llegan fechas importantes, ilusionantes y mágicas para algunos, y tristes y nostálgicas para otros.
De una u otra manera, las Navidades se acercan y Tras la Huella Vasca busca esa inspiración navideña más allá de nuestras fronteras.

Contexto

Fuera del País Vasco, el Olentzero suele verse de tres maneras principales, dependiendo de la zona y del nivel de familiaridad con la cultura vasca:

1. Como un personaje exótico o poco conocido
En gran parte de España y del extranjero, el Olentzero no es muy conocido.
Quienes oyen hablar de él por primera vez suelen percibirlo como un personaje folclórico local o como una figura navideña curiosa, pero ajena.

2. En lugares con diáspora vasca
En países con comunidades vascas (Argentina, Chile, Estados Unidos, México, Uruguay), el Olentzero sí es conocido y celebrado, aunque de forma más simbólica.
En estos lugares se percibe como una tradición mantenida que transmite cultura a las nuevas generaciones, como un emblema con fuertes raíces e identidad o como un personaje entrañable que contrasta con Papá Noel.
No suele tener tanta presencia en la calle, pero sí en centros vascos, dantzas, festivales y escuelas vascas.

3. En el resto de España, como una alternativa local a Papá Noel
En zonas cercanas (Navarra, La Rioja, norte de Burgos) es más común escuchar sobre él debido a la influencia cultural vasca.

Lugares fuera de España donde más se celebra

Argentina (el país con más presencia)
Es el país con la comunidad vasca más grande fuera de Europa.
Están los centros vascos (Euskal Etxeak) de Buenos Aires, La Plata, Mar del Plata, Rosario, Córdoba, Mendoza, Neuquén…
Suele aparecer en festivales, dantzas, cenas y actividades infantiles.
Es el país donde más vivo sigue el personaje fuera de Euskadi.

Uruguay
Hay mucha tradición vasca.
Montevideo tiene varias celebraciones anuales.
Es común en centros culturales vascos y festivales.

Chile
También cuenta con una diáspora vasca significativa.
Se celebra en Santiago, Viña del Mar y regiones donde hay Euskal Etxeak.
Aparece en actos culturales y festivales gastronómicos.

México
Presencia notable en Ciudad de México, Yucatán, Puebla y Monterrey.
El personaje se utiliza en festivales vascos y escuelas culturales.

Estados Unidos
Menos extendido, pero presente en zonas con historia vasca: Idaho (especialmente Boise), Nevada, California (San Francisco, Bakersfield) y Nueva York (Centro Vasco).
Suele aparecer en celebraciones familiares y en el Basque Center.

País Vasco francés (Iparralde)
Aunque es obvio por cercanía, se menciona por su fuerte presencia en Lapurdi, Baja Navarra y Zuberoa.
Muy integrado en las celebraciones locales.

Australia
Menos frecuente, pero existe presencia vasca en Sídney y Melbourne.
Algunos centros vascos lo incluyen en actividades navideñas.

Olentzero en Argentina y Uruguay

Olentzero. Fuente, El Popular

La celebración del Olentzero en Argentina y Uruguay es muy especial: combina tradición vasca, nostalgia familiar y un ambiente cálido propio de la diáspora.
Aunque están lejos de Euskadi, estos países son donde más fuerte se mantiene la figura del Olentzero fuera de Europa.

Argentina

Argentina es el país con la comunidad vasca más grande del mundo fuera de Euskadi.
Por eso, el Olentzero tiene una presencia sorprendentemente viva.
Se celebra sobre todo en las Euskal Etxeak (casas vascas).

El Olentzero llega a la Euskal Etxea caminando, con su pipa y ropa tradicional.
A veces aparece acompañado de música, txistularis o dantzaris.
Interactúa con los niños y habla con ellos en castellano, introduciendo algunas palabras en euskera.
Recibe cartas y regala caramelos o pequeños obsequios.
Las familias se sacan fotos con él como recuerdo.

Nunca falta un mensaje cultural: siempre hay un discurso sobre las raíces vascas, la identidad y la comunidad.
El Olentzero en Argentina tiene un matiz muy emocional: es un puente con la tierra de los abuelos y bisabuelos.

Uruguay

Uruguay también tiene una comunidad vasca muy fuerte, y las celebraciones son similares a las argentinas, aunque algo más íntimas.
Se celebra principalmente en el Centro Euskaro (Montevideo), el Centro Vasco Euskal Erria, Haize Hegoa y otras instituciones vasco-uruguayas más pequeñas del interior.

La llegada del Olentzero suele ser representada por un socio de la Euskal Etxea, a veces acompañado por un coro o músicos.
Su entrada es muy cálida, con aplausos.
Se realizan actividades familiares, juegos para niños, talleres de manualidades, se cantan villancicos vascos y dantzaris jóvenes y mayores hacen representaciones.

También se comparte mesa con alimentos como txistorra, tortilla, queso, vino, sidra y pastel vasco.
En Uruguay se vive como una fiesta familiar, muy cercana y afectiva, donde se refuerzan los lazos de la comunidad vasca.

La historia contada por los abuelos

Muchos abuelos vascos emigrados no recordaban exactamente cómo era la tradición, pero para mantener viva la cultura se inventaban historias nuevas cada Navidad.
Los nietos crecieron creyendo versiones totalmente personalizadas del Olentzero.
Años después, al viajar a Euskadi, descubrían que su versión casera no coincidía con la de nadie, lo que les causaba risa y ternura.

Ejemplos típicos:
“Olentzero vivía en un caserío de Mutriku y se escondía en el monte cuando veía a los niños malos…”
“Olentzero cruzaba el océano en una txalupa para traer regalos a los nietos en Buenos Aires…”

Los regalos

En algunas casas, los regalos que traía el Olentzero eran boinas grandes, pañuelos rojos, libros de cuentos vascos, camisetas del Athletic, Real Sociedad, Osasuna o Eibar, y algún dulce típico.

Pero otras veces, por falta de recursos, el Olentzero traía una pelota, lápices, una muñeca o una camiseta cualquiera.

La emoción de los mayores

Hay un momento que se repite en todas las celebraciones vascas en América: cuando aparece el Olentzero, muchos mayores (emigrantes de primera generación) se emocionan hasta llorar al recordar su pueblo y a sus padres, o sienten nostalgia porque, a pesar de llevar 40 o 50 años fuera, siguen siendo vascos y añoran su tierra.

Mezcla de tradiciones en los niños

Es muy habitual que en las familias vascas de América convivan el Olentzero, Papá Noel y los Reyes Magos.

El Olentzero que habla con acento argentino o uruguayo

En muchas Euskal Etxeak ocurre algo muy gracioso: el Olentzero que venía “del monte vasco” hablaba con acento rioplatense, dejaba escapar un “che” o decía “pibes”.

Y los niños preguntaban:
“¿Pero el Olentzero no habla como los vascos?”

La respuesta era:
Es que ha vivido muchos años aquí.

Venga de donde venga y tenga el acento que tenga, el OLENTZERO forma parte de nuestras raíces, de nuestra cultura y es nuestro mayor representante en estas fechas tan señaladas.

Felices fiestas… y, sobre todo, ¡feliz vida!

(c) Rosa Lafuente, texto y fotografías

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