martes, diciembre 16, 2025
Humanidades

¿Un best seller de éxito inmerecido o una excelente novela?

Tenía muchas ganas de leer algo de este autor nacido en San Sebastián y que tanta fama ha cosechado con sus novelas de misterio ambientadas en el País Vasco. Tuve la suerte de conocerlo en persona en la última edición del Festival de Literatura y Cine Pamplona Negra, donde adquirí el primer libro de su saga de Los casos de Cestero firmado por el escritor.

Cada vez que me dispongo a leer un best seller, empiezo la lectura con algo de inquietud. ¿Será un libro merecedor de los elogios que ha cosechado? ¿O será una obra poco trabajada con carencias estilísticas como las muchas que últimamente pueblan las librerías?

Cuando abrí el libro, me di cuenta de que estaba ante una gran novela. De esas que desde el principio consigues adentrarte en el ambiente, identificarte con los personajes y disfrutar con la lectura. Lo más destacable de la narración es la descripción del paisaje y cómo te mete en él. Las novelas euskal noir que he leído hasta la fecha (aunque todas me han gustado) no consiguen introducirte de forma tan profunda como lo hace Martín. Soy vasca. Conozco el País Vasco. He estado en Gernika, la zona de Urdaibai y San Juan de Gaztelugatxe. Aun así, leer este libro ha sido como realizar un viaje por lugares ignotos. Como viajar dentro de tu tierra y descubrir que puede ser tan fascinante o más como un país exótico y lejano. Además, en una parte de la novela, la protagonista viaja a Galicia, donde vemos un territorio que se parece a lo que tenemos aquí, pero que no es igual, que tiene su idiosincrasia y unas tradiciones que me han dejado completamente asombrada.

Los personajes tienen su propio carácter y están muy bien definidos. Mi favorito, sin duda, ha sido el de la protagonista, Ane Cestero. Una mujer con una forma de ser muy de aquí, pero con sus peculiaridades que la hacen única. Julia es su contrapartida: una mujer poco segura de sí misma que arrastra unos traumas que la hacen muy humana. Después están los hombres que integran el equipo de la Unidad de Homicidios de Impacto, Aitor, que funciona como la voz de la conciencia de Cestero y que la ayuda a darse cuenta de sus errores, y Txema, el más antipático, borde y prepotente de todos, pero que sorprende mucho (muchísimo) con la evolución que tiene.

El estilo de Ibón Martín es ágil, recuerda mucho a un thriller norteamericano. Tiene mucho diálogo breve y que refleja muy bien la forma de hablar de los vascos. A su vez, tiene pasajes que son pura poesía y que se insertan a la perfección dentro de una narración que busca un ritmo rápido. Sin duda, el gran logro del autor es equilibrar un estilo dinámico a la vez que literario.

¿Y qué hay de la trama? Está claro que la ambientación, los personajes y el estilo son de diez, pero todo eso se queda empañado si no hay un argumento sólido y cohesionado. Pues lo hay. La historia de La danza de los tulipanesestá muy bien construida. No solo engancha desde el principio, sino que juega con los tiempos, hay engaños al lector y toda ella funciona como una unidad. Las subtramas están muy bien metidas y dejan con ganas de saber más sobre ellas, pero sin que te quedes con la sensación de que te han dejado a medias. Además, cuando se va acercando el final, la novela coge un ritmo trepidante que te deja con el corazón en un puño. 

No hace falta decir que el libro me ha gustado mucho, que lo he disfrutado (que al final es de lo que se trata cuando lees una novela) y que seguiré leyendo al autor. La danza de los tulipanes es, en definitiva, una novela muy entretenida, con un ritmo vertiginoso, con una trama que da muchas sorpresas y con una ambientación espectacular que te hace conocer el País Vasco de una forma diferente.

(c) Leire Ibáñez de Gauna, texto y fotos

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