El deportista más arriesgado
Hoy me he levantado con una duda que va más allá del simple debate deportivo y que, sin embargo, resulta de lo más interesante: ¿Cuál es el deporte en el que el deportista asume más riesgo?
Desde tiempos inmemoriales —desde la batalla de Maratón, pasando por los antiguos Juegos Olímpicos y los gladiadores de Roma, hasta el primer hombre que pisó el Everest— el deporte siempre ha tenido sus víctimas cuando ha sido llevado al límite.
Basta recordar que el inventor del jogging (palabra inglesa que usamos para decir simplemente “correr”) murió precisamente mientras corría, predicando con el ejemplo de su recién creada fórmula. O el caso de Ayrton Senna y la tragedia que marcó para siempre el automovilismo.
Futbolistas, ciclistas o pilotos de motociclismo son candidatos constantes a arriesgar su vida en el afán de conseguir victorias y grabar su nombre en la historia del deporte. Pero pocos recuerdan a aquel héroe anónimo que, tras correr 42 kilómetros para anunciar la victoria en la famosa batalla de Maratón, cayó muerto al cumplir su objetivo.
Tampoco he incluido a los alpinistas o montañeros que, tras conquistar cumbres imposibles, quedaron sepultados bajo toneladas de hielo, sin que nadie sepa con certeza dónde encontraron la muerte.
Hoy quiero hablar de esos héroes anónimos que practican con esfuerzo su deporte favorito, sin fama ni glamour. Me refiero a los hombres (y, sobre todo, mujeres) que, con el agua al cuello, se apuntan al Aquagym para ejercitar sus sufridos músculos.
Y, para concluir, mi más sincera admiración para quienes, haga frío o calor, llueva o nieve, se visten de negro y, con un silbato como única arma defensiva y unas tarjetas rojas o amarillas, sancionan al infractor de las normas. Ellos no solo se enfrentan a veintidós jugadores, sino también a una masa amorfa que, a veces, se acuerda de su pobre madre.
P. D. No quisiera terminar sin un recuerdo para el escritor Ramón Pizarro de Hoyos, recientemente fallecido. Descanse en paz.
(c) Txema Imaz, texto; CulturaBAI, imagen